Conferencia que dictará el Dr. D. Virgilio Martínez Enamorado, doctor en Historia Medieval y profesor titular de la Universidad de Málaga.
Presentación: Dra. Solange Sand, doctora en Psicología, psicoanalista y Vicesecretaría General de la SEMA
Martes 21 de enero de 2025, a las 19:00h, en el Salón de Actos de la Sociedad Económica de Amigos del País (SEAP) de Málaga (C/ Compañía, 7).
Entrada libre hasta completar aforo.
La lectura de los méritos del conferenciante corrió a cargo de Solange Sand, destacando en su trayectoria académica, además de los muchos méritos, el gran número de países a los que le había llevado su afán investigador.
Desvelar en qué consistía la conexión de la Peña de los Enamorados y el dolmen de Menga de Antequera era el propósito de la conferencia, según aclaró Virgilio Martínez Enamorado desde el comienzo. En realidad “esta Peña es un rostro humano pero acompañado”. A continuación, comenzó a referirse a las publicaciones sobre esta curiosa formación. La primera publicación que recogió la idea de que el gran dolmen de Menga estaba enfocado hacia la Peña de los Enamorados y que la relación no era celeste sino terrestre fue Hoskin en un trabajo del año 2001. Nadie antes había reparado en las orientaciones y él habla de un “gigante durmiente”.
Yendo hacia atrás en el tiempo y tratando de encontrar antecedentes a la Peña de los Enamorados, explicó Virgilio Martínez Enamorado la leyenda de la Tumba de los Durmientes, una conexión entre Éfeso y Loja que ya estaba en el Corán. En las crónicas castellanas de la época de la conquista de esa zona se relata el paso por sitio llamado “de los Siete Durmientes”, que vio el propio rey Fernando III y que ensalzaron los autores andalusíes. La Peña de los Enamorados se cita por primera vez en el periplo del año 571/1175.
La leyenda de la Peña de los Enamorados, según especificó el conferenciante, es del siglo XIV-XV, y proviene de que un hombre y una mujer se suicidaran allí por amor. En las crónicas hay distintas citas de hechos armados que ocurrieron cerca. Todos aluden a su fortaleza. Se sabe que fue un complejo asentamiento en la época andalusí. En 1448 se desarrolla en aquella zona una batalla entre las huestes cristianas y las musulmanas, que pierden aquéllas.
Pasó a continuación el ponente a referirse a las características, reales o figuradas, del conjunto. Tiene forma de jano bifronte, a semejanza de lo que figuraba en algunas monedas romanas, una especie de dios bifronte. Tanto desde Antequera como desde Archidona, este-oeste de la Peña, la apariencia es de un rostro humano. Es una singularidad que Colón la citara en su diario.
Virgilio Martínez Enamorado explicó la idea de que la orientación del dolmen de Menga fuera un tributo a la Peña y ahí la vinculación entre ambas. Recientemente han aparecido nuevos hallazgos como pinturas. Se sabe que “se cristianiza” el dolmen por las cruces encontradas, pero además hay una estrella, elemento musulmán por excelencia. El dolmen hay un cementerio andalusí.
Se refirió finalmente el conferenciante a la pareidolia orográfica con la peña de la sierra de Archidona y las leyendas asociadas, entre éstas la idea de que exista una relación entre las dos peñas, invocando a la naturaleza. Se crea la leyenda de la Peña de los Enamorados en la dualidad de un hombre y una mujer.