
Clausura del curso 2024-2025 de la SEMA.
Conferencia de D. Francisco González de Posada, catedrático de Física Aplicada, doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, en Historia, en Filosofía y Letras y otros ocho doctorados más. Socio de Honor de la SEMA. Presentación de su libro Louis Godin y Jorge Juan. Pioneros de la Ciencia moderna en España.
Presentación: D. Quintín Calle Carabias, presidente de la SEMA.
Cierre del acto: actuación del coro Sancti Petri Collegium Musicum dirigido por su fundador, D. Quintín Calle Carabias.
24 de junio de 2025, en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento de Málaga (Avda. de Cervantes, 4).
En la presentación del acto destacó Quintín Calle Carabias, presidente de la SEMA, la función de la Sociedad que representa “de dar que pensar” y cómo los centros de enseñanza han pasado a ser de educación y lo que esto significa en el alumnado. “No es solo cuestión de sabiduría”, remarcó, “sino saber después qué hacer con ella”.
La concejal de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, Mariana Pineda, atendiendo a los méritos del conferenciante recordó a las grandes personalidades de la historia del país y de Málaga cuyos retratos jalonan las paredes del Salón de los Espejos en el que tiene lugar el acto de clausura del Curso 2024-2025 de la SEMA. Reconoció a continuación que siempre que tenía la oportunidad de asistir a una conferencia organizada por la SEMA “venía a aprender”.
A continuación, Juan Fernández Ruiz, en su función de secretario general de la SEMA, dio lectura a la relación y características de las 24 actividades que la Sociedad ha realizado a lo largo de los nueve meses del Curso.
La presentación de los méritos, muy resumidos dada la larga relación de estos y la limitación de tiempo, de Francisco González de Posada corrió a cargo del presidente de la SEMA.

Gonzalo González de Posada
Comenzó el conferenciante su exposición aludiendo a que “estamos en momentos excepcionales, y por ello conviene ir reflexionando mientras se analiza desde distintos puntos de vista”. En la introducción se refirió a la figura de Bernardo de Gálvez (1746-1786), que más allá de su faceta de militar y Virrey de Nueva España, y en apenas año y medio, cultivó y ayudó a difundir la ciencia moderna española, creando las raíces de esa personalidad que es la españolidad, un concepto con alta dinamicidad.
Para llegar a conocer cómo se introdujo la ciencia moderna en España en el siglo XVIII, el conferenciante se remontó en primer lugar a Galileo, con sus estudios sobre los planetas y el sol, donde la Tierra no es el centro de un Universo que está escrito en lenguaje matemático. Mas tarde Copérnico describe el Universo como heliocéntrico, pero sus teorías que se condenan en 1616; avanzando en el tiempo llegan las teorías de Kepler centradas en el movimiento de los planetas. Por fin, en 1687, Newton fundamenta todo matemáticamente. Se puede decir que ya desde finales del siglo XVII “creemos saber” cómo es el Universo y su funcionamiento. Al llegar el siglo XVIII la Academia Francesa se plantea saber quién tiene razón, si Newton o Descartes, y financian una expedición científica dirigida por el francés Louis Godin, que por razones científicas de ubicación debe tener el Virreinato del Perú como destino. El problema residía entonces en encontrar dos españoles con los conocimientos científicos a la altura del proyecto. Como no los hay, recurren a la Academia de Guardiamarinas de Cádiz y resultan escogidos Jorge Juan y Antonio de Ulloa. Esta primera expedición les lleva 9 años y recoge datos en dos lugares para saber la longitud de un grado del meridiano. Es el primer lugar del mundo donde se hace una expedición científica. Para la segunda expedición escogen Laponia y dura 2 años. La conclusión es que Newton tenía razón.




De izquierda a derecha, Quintín Calle Carabias, presidente de la SEMA; Mariana Pineda, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Málaga; Juan Fernández Ruiz, secretario general de la SEMA; Benito Valdés Castrillón, presidente del Instituto de Academias de Andalucía.
Louis Godin, que era matemático, queda muy satisfecho con la colaboración de los marinos españoles. Estamos en 1747 y en España nadie hace caso del trabajo hecho por los españoles, pero estos comienzan a escribir sobre lo investigado en América y los trabajos se publicarán y difundirán por toda Europa. Aparece el marqués de la Ensenada y los acoge en su grupo, incluido Louis Godin, que entra a formar parte de la Armada española con el grado de coronel y es nombrado director de la Escuela de Guardiamarinas, puesto al que, como anécdota, tarda 3 años en llegar. La Ciencia empieza a introducirse en distintas áreas, se comienzan a fundar algunas de las Academias más conocidas. Como novedad, las matemáticas se incluyen en la formación de alto nivel. Louis Godin llega a montar un Observatorio Astronómico. Por su parte, Jorge Juan es la autoridad en materia físico-matemática hasta su muerte en 1773. Estos cambios modernizadores llevan 160 años de retraso respecto a Europa, la Ilustración real no había entrado en España y estos conocimientos nuevos son lo Bernardo de Gálvez ayuda a difundir.
Resumió Francisco González de Posada lo ocurrido en España como dos fases. La inicial, correspondiente a la primera parte del siglo XVIII, se focaliza en la búsqueda de la verdad y es la etapa en la que surgen las Academias. La segunda fase se desarrolla en la segunda parte del siglo y se centra en la búsqueda de la utilidad y en ella aparecen grandes figuras de ingeniería, química, etc. Acabó la intervención el conferenciante con la lectura de un párrafo de Louis Godin y Jorge Juan. Pioneros de la Ciencia moderna en España, su último libro, de reciente publicación, que recoge lo expuesto en la conferencia.
Benito Valdés Castrillón, presidente del Instituto de Academias de Andalucía, comenzó su intervención aludiendo al enorme interés del tema expuesto por Francisco González de Posada y a las muchas horas que podrían dedicarse a seguir con él, entre otras razones por su especialidad de botánico. El máximo representante de las Academias andaluzas dio por concluido el Curso y felicitó a la SEMA por su desarrollo.
La actuación del coro Sancti Petri Collegium Musicum, bajo la dirección de Quintín Calle Carabias, fue el broche perfecto para un fin de Curso especial.

