09/04/2024. Presentación del libro Epístolas Circadianas del Dr. D. Juan Fernández Ruiz, Profesor Titular de la UMA y Vicesecretario General de la SEMA.

Presentado por el Dr. D. Antonio Diéguez Lucena, catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia de la UMA.

Martes 9 de abril de 2024, en el Salón de Actos del Museo del Patrimonio Municipal (MUPAM, Paseo de Reding, 1, 29016 Málaga).

Antonio Diéguez Lucena, catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia de la UMA, comenzó la presentación del autor leyendo alguno de los párrafos de una de las ‘cartas’ que el autor recoge en el libro. Se refirió, precisamente, a la dirigida a él con motivo de la lectura de uno de sus libros: La evolución del conocimiento. Hizo hincapié en el término meme, popularizado hoy en día con un significado diferente al que todavía recoge la RAE como primera acepción (rasgo cultural o de conducta que se trasmite por imitación de persona a persona…). Centró la segunda parte de su intervención en la contestación a esa carta como una puesta en común e incorporando alguna contraposición de afirmaciones.

A continuación, Juan Fernández Ruiz, el autor de Epístolas Circadianas, explicó lo difícil que le resultaba hablar de su propio libro porque le resultaba desconcertante y redundante dar forma de relato a algo que era su pregunta existencial: “¿Qué cosa soy?”, ampliada con sus complementos “¿qué he sido?” y “¿qué seré después de la muerte?”. Esas son las preguntas que resumen todo el contenido del libro porque es un planteamiento existencial, aunque, bajando al terreno de lo descriptivo, se deban diferenciar dos aspectos: los formales y los de fondo. La formulación como epistolario responde a poder tocar distintos temas sin la rigidez de lo continuo y dirigidas a personajes reales, contemporáneos o no tanto, y personajes imaginarios. La inclusión de poemas responde a la necesidad de situar el sentimiento y la razón.

La referencia a las ilustraciones era obligada porque marcan la diferencia entre la forma de hacer de Juan Fernández Ruiz y otros muchos autores y dibujantes. Según él, responde a un intento de comunicar sin palabras los mismos pensamientos, aun con las dificultades que esto implica. Reconoció que las formas aparecen sin plan preconcebido, de forma espontánea y las acepta o no. Para hablar de las imágenes escogió el autor algunos de sus versos, preguntándose si en su orientadora escala de valores, el agua es todo lo que inunda y nos lleva la mar océano, aunque sin poder dar respuesta a si con todo ello está hablando del agua o de Dios.